En el lenguaje cotidiano a menudo confundimos las palabras "principio" y "origen". ¿Pero significan realmente lo mismo? Aquí no se trata de realizar un análisis lingüístico basado en la etimología o una estadística de usos (pasados o actuales) sino de tratar de comprender la complejidad y riqueza del concepto "origen". Un simple ejemplo nos lo da el título de la famosa obra de Darwin El origen de las especies. ¿Cuál es el objeto del libro? No se trata de buscar el "comienzo" de las especies animales o vegetales, de descubrir la naturaleza del "primer ser vivo", sino de proponer una hipótesis que pueda explicar la transformación de las especies y, en consecuencia, su diversidad. En otras palabras, no se trata de reconstruir una cadena de fósiles sino de buscar rastros de las innumerables formas de vida. Otro ejemplo, aún en el campo científico: la singularidad cosmológica que se llamamos Big Bang a menudo es presentado co