CADAVÉRES DE RIESGO

El artículo 8 del Decreto 2263/1974 de 20 de julio 1974 define dos grupos de cadáveres según las causas de la defunción: grupo I y grupo II. 

• El grupo I comprende: 
• Los cadáveres de las personas cuya causa de la defunción represente un peligro sanitario como es el cólera, viruela, carbunco, virus de Ébola y aquellas otras que se determinen en virtud de Resolución de la Dirección General de Sanidad, publicada en el «Boletín Oficial del Estado».
• Los cadáveres contaminados por productos radiactivos. Serán objeto de un tratamiento especial acordado por la Autoridad sanitaria en conexión con los servicios de la Junta de Energía Nuclear.
• El grupo II comprende los cadáveres de las personas fallecidas por cualquier otra causa, no incluida en el grupo I.

Hablaremos aquí de los cadáveres del grupo I que hemos llamado, en el titulo de esta entrada “cadáveres de riesgo”, es decir cadáveres que presentan el riesgo de la exposición a agentes vivos capaces de originar cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad. 

Los artículos 12 y 13 del Decreto 2263/1974 estipulan:

• Artículo 12: no se concederá autorización sanitaria de entrada o salida del territorio nacional, tránsito por el mismo o exhumación de los cadáveres del grupo I.

• Artículo 13: cuando existan razones sanitarias que aconsejen la inhumación inmediata de un cadáver incluido en el grupo I, la Jefatura Provincial de Sanidad ordenará que el mismo sea conducido urgentemente al depósito del cementerio de la propia localidad donde ocurrió el fallecimiento.

Hay que destacar que la lista de enfermedades citadas en el Decreto de 1974 es muy limitativa y parcialmente obsoleta. A lo menos hay que añadir:

• La enfermedad Creutzeldt-Jakob.
• Todas las fiebres hemorrágicas víricas.
• La rabia.
• La peste.
• La hepatitis.
• La tuberculosis.
• El SIDA
• El tétanos.
• Etc.

Pero también hay otra clasificación, que no hay que confundir con la primera y que concierne no los cadáveres en sí mismo, sino los agentes biológicos (Real Decreto 664/1997 de 12 de mayo 1974) :

• Agente del grupo 1: aquél que resulta poco probable que causa una enfermedad.
• Agente del grupo 2: aquél que puede causar una enfermedad en el hombre y pude suponer un peligro para los trabadores, siendo poco probable que se propague a la colectividad y existiendo generalmente profilaxis o tratamientos eficaz.
• Agente del grupo 3: aquél que puede causar una enfermedad grave en el hombre y presenta un serio peligro para las trabajadores, con riesgo de que se propague a la colectividad y existiendo generalmente una profilaxis o tratamiento eficaz.
• Agente del grupo 4: aquél que causando una enfermedad grave en el hombre, supone un serio peligro para los trabajadores, con mucha probabilidad de que se propague a la colectividad y sin que exista generalmente una profilaxis o un tratamiento eficaz.

Riesgos labores del tanatopractor

La propagación de enfermedades transmisibles en el ambiente de trabajo del tanatopractor es mediante contagio directo a una distancia no superior a un metro.

Puede ser:

• Por vía aérea : gotitas de saliva que quedan en las ropas o heridas.
• Por instrumentos : sondas contaminadas.
• Por enseres : ropas o sabanas.
• Por artrópodos vectores: moscas que transportan gérmenes en sus patas.

Los tanatopractores pueden estar expuestos a las siguientes enfermedades:

• Hepatitis.
• SIDA.
• Herpes.
• Tuberculosis.
• Otras infecciones.

Las transmisiones más frecuentes son debidas a:

• Contactos con cadáveres del grupo I.
• Líquidos biológicos.
• Material o instrumental contaminado.
• Contacto con sangre.

Recomendaciones para el área de trabajo y superficies

• Suelo sanitario, a ser posible de cemento o baldosa.
• Lavabos provistos de apertura con pedal para, una vez lavados las manos, evitar la posterior manipulación de grifos.
• Ventilador de extracción y entrada capaz de cambiar el aire de la habitación al menos quince veces por hora y cuya limpieza sea fácil.
• Los paredes y el techo tienen que ser de un material lavable y el suelo ha de estar correctamente adaptado para evitar deslizamientos.
• Tuberías sanitarias conectadas a una alcantarilla, a un tanque séptico o a otros sistemas sanitarios aprobados por la legislación.
• La mesa de trabajo debe ser de acero inoxidable y con sistemas de llegada de agua y evacuación que posibiliten una desinfección y limpieza fácil.
• Tener siempre preparado el kit de primeros auxilios y colirio.
• Los desinfectantes más eficaces :



Uno de los mejores desinfectantes :lejía domestic

• Hipoclorito sódico (lejía doméstica) : una disolución eficaz es la de una parte de lejía por nueve partes de agua.

• Formol : es efectivo, pero su efecto es muy lento. Se utiliza al 5% de 10 a 15 minutos.
• Etanol: se usa al 70% de concentración. Su efecto es variable sobre hongos y virus y no tiene acción alguna con las esporas.

Recomendaciones para los instrumentos

• Todos los instrumentos utilizados para realizar la conservación del cuerpo se deben limpiar y esterilizar usando un desinfectante apropiado inmediatamente después de la finalización del trabajo.
• Se utilizaran materiales desechables siempre que sea posible.
• El proceso de desinfección de los materiales será el siguiente :
• Utilizar siempre guantes al limpiar el material.
• El material ha de ser lavado previamente para eliminar cualquier sustancia que pueda tener pegada en la superficie y pueda impedir a los desinfectantes llegar hasta la superficie del instrumento.
• Una vez limpio se aclararan con abundante agua.
• Por último se esterilizaran los instrumentos con germicida durante media hora.

Eliminacion de residuos

• Residuos inorgánicos: se proveerán las salas con recipientes de este tipo de residuos
• Residuos cortantes o punzantes de un solo uso : nunca se usaran bolsas de plástico o de basura. Los recipientes han de estar cercanos al lugar de trabajo, evitando así posibles accidentes en su transporte.
• Los objetos no cortantes como son sabanas, algodón o gasas se desecharan en bolsas de plástico resistente.
• Residuos orgánicos:se atenderá a la legislación existente. Normalmente se transportan al margen de los residuos sanitarios de otro tipo.

Autor del articulo : Maria del Rosario S.