El interés por conservar los cadáveres humanos es tan antiguo como la propia existencia del hombre, variando las técnicas y hábitos funerarios en función de la organización sociocultural de cada pueblo.
Los principales avances en las técnicas de la tanatopraxia han ido unidos al desarrollo y ampliación de los conocimientos anatómicos. Hoy en día las técnicas más habituales y practicadas en la tanatopraxia se basan en la inyección intraarterial de diferentes líquidos conservadores.
Las dos vías utilizadas con más frecuencia en la práctica de la tanatopraxia son la carotidea y la femoral.
El abordaje de la arteria carótida se hace al nivel de la denominada región carotidea, localizada en la región cervical lateral. Para realizar la disección de la zona el cadáver se ha de encontrar en posición de decúbito supino, con la cabeza rotada hacia la izquierda (en el caso de que se vaya a diseccionar la carotidea derecha).
Por palpitación se localiza el borde anterior del musculo esternocleidomastoideo, practicando con un bisturí una incisión de dos a tres centímetros de longitud. A continuación se procederá a la separación y disección roma (, de los tejidos que se encuentran inmediatamente por debajo del plano subcutáneo, localizándose facialmente el paquete vascular-nervioso del cuello, debiéndose diseccionar una vaina fibrosa que envuelve a la vena yugular interna, situada por delante y por fuera; la carótida se encuentra por detrás y por dentro. La exposición de la arteria carótida interna se puede realizar de diversas maneras, siendo más practicas la utilización de un gancho para aislarla y rodearla a continuación pudiendo hacer a la vez una pequeña tracción hacia fuera; a continuación se puede pasar por debajo de la arteria un hilo para asegurar su aislamiento y ya retirar el gancho. Una vez practicada esta maniobra se realiza una pequeña incisión con el gancho sobre la arteria o con tijera, tras la cual se puede introducir la cánula de inyección , dirigida hacia abajo , hacia el corazón. La cánula ha de ser ligada a la arteria para asegurar que no escapan líquidos durante la inyección; con este fin es muy practica la utilización de cánulas metálicas curvas denominadas tubos arteriales; estas cánulas permiten ser fijadas con la arteria mediante la llamada s pinzas “aprietatubos” que permiten eficazmente la fijación y evitar escapes de líquidos , etc.
La disección de la artera femoral se llevara a cabo con el cadáver en decúbito supino, estando los muslos ligeramente separados.
La región anatómica para su localización se corresponde con el triangulo de Scarpa donde se practica una incisión con el bisturí, al menos de cuatro centímetros de longitud. La arteria se localiza por fuera de la vena. Con el mismo sistema de gancho o con sistemas más tradicionales (pinzas y tijeras) para su separación. Después se realiza una pequeña incisión sobre su pared, antes de introducir la cánula de inyección (hacia arriba, dirección el corazón) que puede ser fijada.
Asimismo según los distintos métodos habitualmente practicados, la tanatopraxia se puede llevar a cabo con o sin drenaje venoso. En el primer caso es preciso practicar una pequeña incisión en la vena yugular interna para el caso de que se haya utilizado como vía de inyección la arteria carótida, o en la vena femoral si inyección se ha realizado a través de la artera femoral. El drenaje puede ser facilitado medio dos métodos principalmente : una cánula introducida en la vena, o los denominados separadores venosos que se introducen en la propia vena. Cuando por la vena salga liquido conservador se procederá a la ligadura de la misma.
La inyección de líquidos conservadores a través de la cánula se puede realizar conectando esta a una bomba de inyección de las que existen modelos manuales y electrónicas.
Autor del articulo : Maria del Rosario S.
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